El paso dado por el señor presidente de la República del Ecuador, Guillermo Lasso Mendoza –aplicó la muerte cruzada para disolver la Asamblea Nacional y llamar a elecciones– pienso que fue el correcto. Con esto, los asambleístas de algunos partidos políticos saben que han fracasado, que la ineptitud de varios, no de todos, ha quedado demostrada.

Ahora, es importante que nosotros como pueblo exijamos que, para aspirar a cualquier función del Estado, las personas tengan por los menos un tercer nivel de educación superior o, mejor, un cuarto nivel. Además, los candidatos deben ser elegidos por un solo periodo. Hay ‘ex honorables asambleístas’ que ya casi se jubilaban, igual situación se da en las alcaldías de muchos cantones. El Ecuador es un Estado rico en todo, pero sus representantes dejan mucho que desear. (O)

Salomón González, Guayaquil