Mi sentir no ayudará a cambiar el destino del Ecuador, pero anhelo dé ánimo a nuestro presidente y quizás a todos los ecuatorianos que le dimos nuestro voto.

Le recuerdo al presidente Lasso que él conocía que no le esperaba la ‘mesa servida’ y no le sería fácil desenmascarar a las mafias para enderezar al Ecuador y darle un futuro digno a la ‘vida’ en el país. Luego de décadas de abusos perpetrados tras bastidores en un enorme entramado político, militar y empresarial, hoy vemos cómo quieren continuar destruyendo el progreso de esa ‘vida’. La educación básica y superior debe estar enfocada a la necesidad de cada sector; todos amar, cuidar, trabajar y comercializar su tierra, desde su vocación. Librar el comercio de los monopolios de alimentos, de materiales de construcción y ferreteros, de medicamentos..., que se llevan cientos de millones de dólares anualmente; moneda que nos cuesta importar y los monopolios se guardan nuestro circulante.

La visión del IESS debe ser de productor y comercializador de sus medicinas, contar con centros de consulta privada e investigación de alta calidad; mas lo han usado como medio lucrativo para políticos y centros de salud privados, incluidos los creados para facturar al IESS; hasta funerarias se lucran de los fondos de jubilación.

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La Asamblea Nacional, la Corte de Justicia, toda entidad pública, debe ser representada por ecuatorianos mayores de 55 años, que han demostrado trayectoria en su esfuerzo por defender la ‘vida’ de Ecuador.

Los directivos de partidos políticos deben ser responsables de los actos de sus representantes, quienes tras bastidores afinan intereses personales.

Ecuador cambiará su destino con un cambio radical en la raíz del problema, necesitamos una consulta popular que nos libere de mafias. (O)

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María Andrea del Cioppo Morstadt, licenciada en mercadotecnia, Guayaquil