Encarrilemos el ferrocarril ecuatoriano

Los ecuatorianos recordamos que desde el 2016 no se registran procesos de rehabilitación del tendido ferroviario. Asimismo en el 2020, el expresidente Lenín Moreno decidió descarrilar el ferrocarril y rematar sus bienes. Por suerte, el actual gobernante, Guillermo Lasso, quiere cumplir lo que ofreció en campaña presidencial, rehabilitar el ferrocarril para que sea una nueva opción de transporte masivo, de carga y de turismo.

El ministro de Transporte y Obras Públicas, Darío Herrera, encargado de todo el sistema del tren, incluido del traspaso de bienes que está en un 98 %, manifestó que se prevé reactivar seis tramos en el año 2023 y que progresivamente se haría en otros sectores.

Existe preocupación por el tiempo que tome la rehabilitación, el uso que se le dé y si realmente tendrá un sistema óptimo, el modelo de gestiones que sean sostenibles con el tiempo, etc. Al momento hay tres empresas interesadas en la concesión de operación y el Estado se haría cargo del mantenimiento del tendido ferroviario.

Es necesario que el Gobierno nacional ya defina el modelo para la reactivación del tren y que tome en cuenta a los sectores con gran fluidez y conectividad de la cadena logística de productos comestibles.

Hay que recordar que el ferrocarril tiene 965,6 kilómetros, aproximadamente, de línea férrea, apenas en el 2021 hasta agosto había 118,9 kilómetros operativos y solo cuentan con tres ferrocarriles, uno de estos es a vapor.

Señor presidente de la República, Guillermo Lasso, como ciudadano yo quisiera que cada vagón, cada ferrocarril, haga sentir feliz a todos los usuarios, para que inviten a sus familiares y amigos a recorrer y disfrutar los paisajes de la Sierra y la Costa. Este deseo y beneficio llegará a los 18 millones de ecuatorianos.

Estaremos a la expectativa de su promesa. El agradecimiento será eterno. (O)

Robespierre Rivas Ronquillo, periodista, Guayaquil