Para mí una gran noticia es ‘Consorcio colombo–francés operará el Metro de Quito’. Nuestra capital, castigada por la incomprensión de muchos, ha sufrido daños físicos y más, en los años 2019 y 2022.

Quito, bella capital que merece que se le diga “de Quito al cielo/ y desde el cielo un huequito/ para ver Quito”, ha requerido de mucho dinero para repararla, y tenía derecho de recibir un fuerte halago con la noticia de saber que la Municipalidad de Quito encontró un operador para el Metro. El acontecimiento descrito trae al país un importante momento de reflexión y expectativas de soluciones futuras. Entremos al convencimiento de que en el Ecuador no hay grupos de administradores que puedan asumir el manejo de empresas del volumen del Metro de Quito, y pienso que tampoco hay para el manejo de otras muchas empresas. Superemos esta falencia a través de la acción de las Cámaras y de las universidades. Recuerdo con vergüenza cómo se manejaba la Empresa Municipal de Agua Potable de Guayaquil antes del advenimiento de Interagua, la que actualmente criticada justificadamente o no es perfectible; no tiene la más mínima comparación con el pasado. Por otro lado, el servicio aeroportuario de Guayaquil funciona de lo mejor y entiendo que en su administración tiene injerencia un grupo administrativo extranjero. La recolección de basura en Guayaquil la hace un operador privado. Estoy seguro de que el próximo año el Metro de Quito tendrá el mismo éxito que el Metro de Medellín que es ampliamente conocido. El grupo francés que será coadministrador del Metro es una empresa que opera en 18 países con mucha experiencia en el inicio de nuevas líneas para operación. Por lo visto, nos encontramos muriéndonos de sed frente a la fuente. Un grupo de empresas públicas posiblemente muy necesarias hoy están en liquidación, ¿saben ustedes por qué? Esa esperanza de todos, esa madre que nunca muere, disculpen la comparación; esa institución de creación genial que se llama la seguridad social (IESS), en nuestro país afectada por muchas falencias, requiere un operador ya; y debe estudiarse la posibilidad de que la receta se extienda al Registro Civil, empresa eléctrica de Guayaquil, empresa de telefonía, empresa de ferrocarriles y otras ingobernables. (O)

Rafael Mendoza Avilés, abogado, avenida Samborondón