Hagamos de nuestros hogares la hoguera del respeto, el civismo que arde sin apagarse jamás porque está presente la llama del amor, la solidaridad, el patriotismo, la educación; pilares sobre los cuales crece y fructifica la felicidad que todos añoramos.

Los miembros de la familia son caminantes por las estepas de la vida. Sus descendientes, los hijos, para que lleguen a convertirse en hombres y mujeres serenos, ecuánimes, patriotas, pensantes, cultos, trabajadores; esforzándose por el país, lo defiendan con santo orgullo cuando sea atacado injustamente porque la vida no es solo un camino venturoso, sino también es sendero con encrucijadas y espinas; tienen que criarse para luchar unos junto a otros, con el resplandor o el ejemplo de los padres. En el papel que cumple el papá, es el líder, jefe, gladiador, maestro, pilar sobre el cual fructifican las victorias en las batallas, el amor a la patria. (O)

Esneyder Castro Salvatierra, profesor, Jipijapa