Ciertos padres no pueden dejar de llorar dado que sus hijos menores de edad, o jóvenes de 18, 26 años, murieron por el coronavirus. Por otra parte los abuelos no resisten la ausencia de los nietos y piden a Dios irse de esta vida. ¿Qué consuelo les damos?

El COVID-19 causa dolor a padres, abuelos, tíos, padrinos, por las muertes de chicos. En vida se fueron a la playa, fiestas, reuniones, comer hamburguesa con amigos, pasear en bicicleta, para sacar el estrés porque estaban metidos en la casa y por el estudio virtual; se contagiaron con el virus. (O)

Gilma R. Alejandro, Durán