Dos grandes dejaron la tierra: el 29 de diciembre de 2022, el mejor futbolista de todos los tiempos Edson Arantes do Nascimento, y probablemente el papa más ilustrado de la historia Joseph Ratzinger, el 31 de diciembre de 2022. El primero brasileño y el segundo alemán. Seres humanos, al fin, con errores, pero en el balance general con un peso mayúsculo en sus virtudes.

No eran jóvenes. El futbolista había cumplido 82 años, el religioso 95, y ambos, eso sí, desde temprana edad abrazaron sus quehaceres. El primero, como ninguno hasta ahora alcanzó el privilegio de levantar por 3 ocasiones la Copa de Campeón Mundial de Fútbol (Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970); el segundo, sacerdote (1951), doctor en teología (1953), arzobispo de Múnich y cardenal (1977), papa (2005–2013) y papa emérito (2013–2022). Brillantes los dos, reconocidos como tales en sus naciones y en el planeta todo. Sus vidas fueron, son y serán ejemplares. Sin desconocer el respeto que requiere la opinión ajena, que la verdad del otro no tiene que ser la de uno y menos la de todos.

Podría decirse que en el mundo del fútbol –ahora sobre todo después de que Argentina con todos los méritos se proclamó campeón del mundo en Catar–, se ha desatado una agresiva campaña propagandística dirigida a entronizar a otros extraordinarios futbolistas por sobre Pelé o rei (el rey). En el campo religioso, en cambio, a Benedicto XVI la “mala prensa”, convencional y alternativa, con mucha fuerza, está culpándolo de los conflictos en el Banco Vaticano y de haber “tapado” los escándalos de pederastia protagonizados por sacerdotes católicos. En un mundo pagano marcado por la idolatría, el dinero, el placer, el poder, es muy difícil que sea de otra manera. ¿O no? Pelé se retiró tempranamente del fútbol y su grandeza se mantiene incólume; será así siempre reconocido, aun cuando ya descansa en paz. Benedicto, real con su deteriorada salud, avanzada edad y sin la energía para guiar la Iglesia, renunció. Tras su muerte, seguirá siendo el teólogo, filósofo, intelectual, “gigante de la fe y de la razón”. (O)

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Jorge A. Gallardo Moscoso, licenciado en Comunicación, avenida Samborondón