En 1993 durante el gobierno de Sixto Durán–Ballén se instituyó el 1 de octubre el Día del pasillo ecuatoriano, en homenaje al natalicio del más grande cantante ecuatoriano, Julio Alfredo Jaramillo Laurido y desde ese entonces se conmemora especialmente en Guayaquil y Quito.

Muchos poetas, compositores e intérpretes del pasillo intervinieron en la creación y difusión de esta hermosa melodía nacional desde principios del siglo pasado, destaco solo a algunos: Alberto Valencia, con sus temas Acuérdate de mí y Aquellos ojos; Carlos Solís Morán puso música a Despedida y Oración del olvido; Emiliano Ortega creador de la letra de Alma lojana , y de Corazón que no olvida; Cristóbal Ojeda escribió la partitura a Alma lojana y Esperando, letra de Rafael Blacio Flor. Francisco Paredes Herrera creó melodías de muchos temas, entre esos Como si fuera un niño, El alma en los labios, cuya letra es del poeta Medardo Ángel Silva; Rosario de besos.

Segundo Cueva Celi puso la música a Corazón que no olvida y Reproche; Nicasio Safadi dio melodía a Guayaquil de mis amores y a las letras del poeta César Maquilón Orellana, De hinojos, Evocación nostálgica, Invernal; Gonzalo Vera Santos le dio música a Juramento, de Ismael Pérez Pazmiño y Romance de mi destino de Abel Romero Castillo; Enrique Ibáñez Mora musicalizó Endechas, Sé que me matas; Carlos Guerra Paredes fue creador musical de Esta pena mía y Vértigo, cuya letra le pertenece. A Sombras y Ojos tentadores le puso música Carlos Brito Benavides. De la inspiración literaria de Vicente Amador Flor son Manabí y La oración del olvido. Otros importantes creadores y compositores de pasillos fueron Carlos Rubira Infante, Carlos Bonilla, Alberto Guillén, Segundo Bautista, Rafael Carpio, Carlos Amable Ortiz, Adalberto Ortiz, Filemón Macías, Carlos Silva, Constantino Mendoza y Jorge Araujo. (O)

Publicidad

José Ignacion Gorotiza Véliz, educador y periodista, Guayaquil