Para el filósofo surcoreano Byung Chul-Han, estamos asomándonos a una sociedad del cansancio en la que se ha perdido la conciencia de percibir el aroma del tiempo.

Hemos caído en la degradación del ser humano considerándolo un ser activista, desvalorizando su faceta contemplativa. Hemos pasado de las preguntas existenciales ¿de dónde vengo?, ¿quién soy?, ¿a dónde voy’, etc., a las pragmáticas, utilitaristas y hedonistas ¿qué me falta comprar?, ¿a dónde me falta viajar?... Nos hemos descentrado, vivimos constante vértigo sobre todo en las grandes urbes, perdiendo el sentido del tiempo; todo lo hacemos a prisa como para “ayer”. Cabe replantearnos el valor del tiempo como seres históricos, porque si no tampoco actuaremos con trascendencia o sentido de eternidad. (O)

Cristhiam Armando Carpio Castro, magíster, Daule