Da temor ir a Ecuador por la delincuencia

Después que pasé año nuevo en Ecuador con mi familia, regresé a Barcelona, España, para mi trabajo en el sector de la educación. Cuando hacía el control de equipaje en Madrid, me encontré con dos alumnas que sus padres son ecuatorianos. Pregunté cómo habían pasado en Ecuador, y una contestó; “¡Horrible! Estuvimos encerradas en la casa, no nos dejaron salir a la calle”. La explicación es que al padre, que es empresario, lo quisieron extorsionar, por lo tanto ellas no pudieron salir de la casa por temor a que atenten contra sus vidas.

Este es el Ecuador actual, insoportable, a las personas que vivimos fuera cuando vamos al país nos da miedo salir a la calle. ¿Qué puede sentir un turista extranjero que no tiene familiares y está visitando Ecuador? ¿Qué futuro tienen el turismo y el comercio? ¿Qué planes tienen el presidente de la República, los alcaldes, asambleístas, para combatir semejante problema? Esto, entre otras cosas, es consecuencia de los malos gobiernos centrales y seccionales que hemos tenido, de lo mal que han gestionado la seguridad, la educación; no hacen nada para combatir la delincuencia; de lo incapaces que han sido y son los que gobiernan, malos políticos. No nos merecemos un Ecuador así, horrible, por la inseguridad.

El Gobierno, hasta la fecha, ha demostrado que es incapaz. La verdad hay que decirla, el poder Ejecutivo vive en otra galaxia, no sabe o no quiere ver los grandes y muy peligrosos problemas que padece el pueblo. No hablo de las instituciones públicas que dejan mucho que desear por el mal servicio que desempeñan, sino de volver con vida a la casa. Y si hablamos de alcaldes, intendentes, etc., es más de lo mismo, la mayoría son caciques ‘sabedores de todo’, hasta contratan como guardaespaldas a integrantes de bandas delincuenciales, es de Ripley. (O)

Pedro Javier Triviño Rodríguez, biólogo, profesor; Barcelona, España