Al comprar, por ejemplo en ciertos supermercados, revise al instante sus facturas porque en algunos lugares debitan de más, suman productos que no se compraron.

Se reclama que devuelvan el valor cobrado de más, y algunas personas de la caja se enojan groseras. Ciertos supervisores atienden, comprueban la falla, solo dan una tarjeta por el valor cobrado de más; empero no corrigen a futuro dado que sigue funcionando el error. De dos en dos, cinco en cinco dólares cobrados de más, o de centavo en centavo, cuánto se hará por cada cliente. El cliente por vergüenza, descuido, no revisa las facturas en las cajas, debe reclamar con justicia y cultura; cuando al cliente le falta un centavo no le dan el producto en ningún comercio ni servicio de cualquier clase, si no les paga el precio completo de la compra, consumo, servicio. (O)

Eloy Donoso, Guayaquil