Se ha enviado a la Asamblea Nacional un proyecto de ley urgente para sostener la dolarización y la autonomía del Banco Central del Ecuador. Un condicionamiento más del FMI. En primera instancia ya fue objetada. Ya le vieron algunos peros, porque no les conviene que se apruebe. Más aún que cierto político vinculado a un nefasto exgobierno ha manifestado su desaprobación por el envío de esta ley a la Asamblea, porque si ganan van a seguir sacando de las arcas del BCE y el IESS.

¿No sabrán que el dinero que forma parte de los balances de estas dos entidades públicas es de nosotros los depositantes y sujetos a encaje bancario y los afiliados, respectivamente? Por otro lado, dos candidatos se pelean para entrar a la segunda vuelta. Da pena ver cómo no se ponen de acuerdo para hacer un gran frente nacional para combatir que haya cuatro años más de lo mismo, aparte de los catorce años que ciertos ya llevan en funciones aunque quieran negarlo. ¿No entenderán las personas de este país que de ocurrir aquello nos podríamos convertir en otra Venezuela? (O)

Roberto Flores Torres, ingeniero comercial, Guayaquil