Quisiera que la “cuenta regresiva” fuese para la impunidad, el robo, el desfalco, la mentira, el populismo disfrazado de marxismo, la dictadura del oprobio y la ebriedad de poder ataviado de libertad democrática.

Me encantaría que el mensaje de la “cuenta regresiva”, de cierto político asambleísta, fuera que para la corrupción ha comenzado la cuenta regresiva. La democracia va más allá de la perspectiva electoral, se entiende como un sistema que promueve y permite el respeto irrestricto de los derechos y las libertades de las personas, la creación de oportunidades iguales para todos, la vigencia del Estado de derecho, la formación de valores de igualdad, tolerancia y respeto. Espero que su contaje regresivo sea para sus inicuas intenciones. (O)

Carlos Efraín Montúfar Salcedo, doctor en Medicina, Quito