El Día del Padre debe ser un júbilo, en tanto el padre haya cumplido y cumpla el rol que le corresponde no solo como proveedor sino que con la madre forme equilibradamente a los hijos con valores morales y espirituales.

Lamentablemente en una mayoría la irresponsabilidad es grande, los hijos crecen sin dirección y ahí está el mal camino, abandonan a los padres. Al padre responsable Dios lo bendice, lo que siembra, eso cosecha. (O)

Carlos Garcés Montiel, Guayaquil