La delincuencia con poder tiñe de sangre las calles; la corrupción está en todos los sectores; cada 7 de 10 ecuatorianos no tiene empleo; el tráfico de drogas, armas, sale por puertos y fronteras; aumentan los asesinatos, ataques, violencia.

Por otro lado, políticos sin trabajar se hacen ricos; aquellos que tuvieron amor a la pachamama no dejaron el oro negro bajo tierra, sino que lo dieron a China y al festín zurdo; también causaron el fin de la cascada de San Rafael con la chatarra CCS y la minería a cielo abierto sin respetar comunidades y el agua; además, pusieron mordazas y hubo desaparición de periodistas y medios. Recordamos también a Moreno y su ‘alta cirugía’ contra la corrupción, pero hubo más saqueo, deuda eterna, arremetida a la justicia, traición a la patria en las fauces del socialismo del siglo XXI.

Actualmente la Asamblea está sometida –como el país– a Correa con leyes prodelincuencia, fustigación, dieron amnistía a manifestantes violentos del paro nacional de octubre de 2019, y a los del paro nacional indígena de junio de 2022 con el cual querían sacar del poder al presidente Lasso; dejan libres sacando de las cárceles a políticos, exvicepresidentes, sin devolverle un centavo al país. Sin necesidad de hacer una consulta popular, Lasso, con ayuda externa, podría parar la brutal delincuencia y a una Asamblea nefasta. ¡Dios, apiádate de los ecuatorianos! (O)

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Juan Carlos Cobo Rueda, Quito