Hay que regular, poner orden en lo que sea necesario, para solucionar la crisis administrativa en la que se encuentra el Gobierno, no por su mala gestión sino por el contenido que recibió. Pero con visión de optimismo cabe recordar el dicho “no hay mal que por bien no venga”, o como dice la Biblia, allí donde abunda el mal sobreabunda la gracia. Estas son las oportunidades que tiene el presidente de la República, Guillermo Lasso.

La clave de la administración es el control de las personas que ingresan a la función pública por votación en todos los niveles, por ejemplo el provincial. Reflexionemos, si para ocupar un puesto de jerarquía se pide ternas al Ejecutivo, con más razón dicho poder con sus facultades que le da la Constitución puede ordenar a la Función Electoral que los candidatos escogidos salgan de una terna de aspirantes, y quienes los seleccionen entre una lista de diez personas serán los partidos políticos con el aval de las elecciones primarias realizadas en cada uno de los partidos participantes, y con la garantía de un notario escogido por el Poder Ejecutivo que dé fe que se ha efectuado la elección de los tres aspirantes más votados, y se enviará la lista al organismo electoral para las elecciones, con lo cual mejorará la administración del país. (O)

Salvador Loffredo Autheman, ingeniero civil, Guayaquil