Los maestros públicos contratados ocasionalmente durante más de 5, 8, 10 y 15 años no han tenido la oportunidad de conseguir sus nombramientos definitivos y escalafones respectivos, por la corrupción en el sistema.

La LOEI indica claramente los derechos de los docentes contratados, pero los gobiernos, por intermedio del Ministerio de Educación, hacen caso omiso de las disposiciones que indica la ley; al maestro no lo respetan, lo tratan como a un peón, esclavo que no tiene derecho a ganar como el funcionario público. El docente forma y educa a miles de estudiantes que son el futuro de la patria. ¿Qué hacen las autoridades por los contratos ocasionales que pasan la barrera del tiempo y merman la estabilidad laboral de los docentes contratados? (O)

Alexander Wladimir Frías Gómez, abogado, Guayaquil.