Mucho se habla de los creadores de contenido y poco de cuándo en realidad el contenido es pertinente, relevante y profesionalmente generado. Y es que con este ‘maremoto’ de tendencias digitales cuya obsolescencia llega antes de que siquiera los usuarios las alcancen a dominar, parece que cada día hay menos tiempo para pensar y la consigna es “di cualquier cosa, pero di algo”.

Observo cómo creadores profesionales investigan, contrastan y moldean información para generar un impacto certero, auténtico y útil a sus audiencias, mientras por otro lado abundan los ‘payasos’ digitales a quienes si se les resta el porcentaje de poses ridículas, bailes, agresiones y burlas (que para muchos es el impuesto a pagar con tal de ‘enganchar’), difícilmente se les puede encontrar un restante al que se pueda llamar contenido neto. Es lamentable que esta práctica sea lo que manda en los medios que se han apoderado de la manera de recibir, procesar y multiplicar información, cuando hay tanto joven incauto sin las herramientas de discernimiento que lo ayuden a utilizar mejor su tiempo y nutrir adecuadamente su mente y espíritu. Deseo que esto sea solo una etapa que en 40 años sea vista como novelería y poco a poco el mismo medio y los usuarios vayan generando una etapa de autodepuración donde cada vez exista menos contenido basura para la sociedad. (O)

Paula Pettinelli Gallardo, Guayaquil