¿Para llegar a la verdad política de un país es necesario observar su norma y su realidad? Sí, resulta una necesidad apremiante conocer la auténtica y diversa realidad de las normas de poder y los actores sociales que interactúan en la política de un país.

El solo pensar que por el hecho de conocer el ‘deber ser’ de un Estado y sus funciones plasmadas en sus normas es suficiente para definir la verdad política del país, es erróneo e incompleto; más bien, resulta algo disperso de la realidad y que sin su práctica no es lo que es. A ciencia cierta, el conocer una verdad política ‘real’ genera cierta imprecisión como tal; ya que la diferencia de pensamiento y de criterios (que es lo que nos hace únicos), no profundiza un concepto aceptado y general para todos. Precisamente la reflexión sobre la verdad política, es un asunto de difícil descripción. Probablemente si un extranjero no conociera nuestra realidad y únicamente leyera nuestra norma, pensaría que Ecuador es un paraíso cuyo precepto jurídico sería ‘perfecto’, asociando lo prescrito en la norma como único y real, dando riendas sueltas a un concepto que lastimosamente no es cierto. Históricamente, la vida política del país ha sido ajetreada, por eso los eventos y las decisiones políticas también son indicadores de la realidad nacional, y en la actualidad dichos sucesos son la base de un Estado acostumbrado a la pasividad, la falta de certeza, la incertidumbre, el desinterés y la disconformidad social. El hecho de que mucha gente desconozca la realidad de su política genera ignorancia, altera la verdad, dificulta la construcción de una política estable, igualitaria e imposibilita ejercer un mandato adecuado. De seguir en la inobservancia de la norma y en el desinterés de nuestra realidad damos veracidad a la frase “nos han dominado más por la ignorancia que por la fuerza”; por ello, ¡es necesario observar la norma y también la realidad! (O)

Juan Francisco Yépez Tamayo, abogado, Guayaquil