Hoy en día encontrar niños y adolescentes con capacidades especiales es más frecuente en las instituciones educativas, lo lamentable es que en la gran mayoría los colegios particulares no están preparados para la inclusión, no tienen la estructura adecuada, hay exceso de alumnos y, lo más preocupante, es que los profesores no están capacitados.

Cuando los padres solicitamos inscripción o matrícula para nuestros niños que tienen condición especial, algunos centros educativos privados dicen que “no hay cupo”. Ahora me encuentro en dicha búsqueda para mi pequeño.

Una madre de un niño autista de 7 años me comentó la desesperación y depresión que vivió ya que las escuelas que visitó le dijeron “no”.

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La Ley Orgánica de Discapacidades (LOD), en el artículo 19 literal c) indica que el Estado garantiza el acceso a la educación regular en establecimientos públicos y privados, en todos los niveles del sistema educativo.

Ciertas instituciones educativas privadas ponen la condición de que el niño sea acompañado por una ‘maestra sombra’. Todos los padres de familia no tienen la capacidad económica para cubrir este pago elevado; de acuerdo a investigaciones realizadas, los valores oscilan entre $ 200 y $ 400 acordes a la preparación académica y experiencia que tengan estas profesionales. La exigencia de tener una tutora sombra depende del grado de discapacidad del niño; debería realizarse una evaluación individual de cada caso, en todos no amerita la tutora o maestra sombra. A pesar del incremento de casos de capacidades especiales y que las leyes respaldan la inclusión en todas las instituciones educativas, muchos centros particulares no tienen psicólogas y psicopedagogas que dirijan la labor de los maestros para realizar la adaptación curricular de dichos niños. (O)

Yesenia Vanessa Morocho Quimí, ingeniera comercial, Guayaquil