Vivo en el cantón Milagro, tengo 69 años de edad, y el abuso de la CNEL EP (Corporación Nacional de Electricidad) por suministro de la energía eléctrica es ‘pan de todos los días’. Me está cobrando $ 52,27 por refinanciamiento sin intereses de mis planillas de abril a septiembre del 2020, que suman $ 139,91 (valor que incluye tasas, impuestos, intereses y otros), esto significa un 37,36 % anual. Lo grave es que el literal b) del artículo 5 de la Resolución Arcernnr 028/2020, del 23 de noviembre de 2020 lo prohíbe.

Mi firma aparece falsificada en un pagaré, alterando el valor de la factura por un supuesto préstamo para cancelar al contado una cocina de inducción. Reclamo desde el 2017, dicen que debo firmar un convenio para pagar esa deuda que con intereses es de más de $ 900. Me suspenden el subsidio de la tercera edad porque aducen que no lo actualicé y me cobran $ 1,41 por comercialización (cubre lectura, facturación, entrega y cobranza), y por comisión de cobranza de banco $ 0,57. Propongo, para frenar los abusos de la CNEL, reformar la ley del servicio público para incorporar en sus directorios a representantes de observatorios ciudadanos; la Ley de Defensoría del Pueblo para darle competencia de juez de control, de la misma manera que los gerentes tienen la competencia de jueces de coactivas; la Ley de las Personas Adultas Mayores, para anular ipso facto cualquier transacción dolosa. (O)

Ramón Arnoldo Miño Moncada, ingeniero en Electricidad, Milagro