La Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) durante los últimos años ha tratado de esquilmar, y de ahí los reclamos frecuentes por cobros indebidos a los clientes.

Su gestión no está encaminada a servir sino solo sacar utilidad económica, casi nunca da la razón a los usuarios, pide primero que cancelen la deuda o hagan un acuerdo de pago sin justificar de ninguna manera el cobro exagerado, solo con la muletilla de cobro ‘estimado’ que nadie entiende cómo lo hacen, pero nunca en beneficio del consumidor. Solo a manera de ejemplo es el caso particular mío de la lectura emitida el 30 de junio de 2021 cuyo pago es de $390,85 con lectura actual –por cambio de medidor– de 1.016 kWh (kilovatios hora) desde el 15 de mayo de 2021 hasta el 15 de junio de 2021. Y la factura anterior que pagué fue por el periodo del 14 de abril de 2021 hasta 14 de mayo de 2021, cuando el medidor marcaba un consumo total de 91.523 kWh. El medidor fue retirado cinco días después, el 19 de mayo, y marcaba una lectura de 91.772 kWh porque tuve la precaución de anotar el consumo al retiro del medidor; como consecuencia, la diferencia por cinco días es de 249 kWh, no es 926 kWh como consta en la planilla enviada por astutos matemáticos con el argumento (léase, estafa) de lectura estimada que no es mi caso, de manera que mi consumo real es 1.265 kWh y no 1.942 kWh. Estos son los famosos cálculos que la CNEL Guayaquil hace en perjuicio del consumidor. (O)

Rafael Ignacio Aguirre Navarrete, médico neurólogo, Guayaquil