El viernes pasado en la mañana por la avenida Narcisa de Jesús y a las siete de la noche en Guayaquil, en algunas zonas del norte como en la ciudadela Urdesa cayeron gotas de lluvia.

Las garúas se sintieron refrescantes dado que hizo viento. No venga agosto con fuertes vientos y a fin de año lluvias fuertes, porque llegarían más plagas de mosquitos y dengue, y las alcantarillas de algunos sectores, Mapasingue, ciudadela del Periodista, suburbio que están obstruidas o viejas, rezumarían más las aguas negras servidas; un hecho no deseado en tiempos de crisis de salud por la pandemia del coronavirus. (O)

Julissa de Jesús Villavicencio, Guayaquil