En estos últimos tiempos vivimos los ecuatorianos la peor inseguridad ciudadana por robos, femicidios, sicariatos, violaciones, drogas. Las autoridades que lo conocen liberan a los delincuentes, existiendo las pruebas de flagrancia contundentes, pero argumentan que solo cumplen con lo estipulado en la ley. Muchos delincuentes tienen más de 20 detenciones y siguen en la calle por la razón de que la ley los protege, además pagan grandes sumas por la libertad.

El COIP dice que las sentencias están a criterio de los jueces, por lo tanto un delincuente que roba algo menor a 600 dólares no será juzgado, y así muchas barbaridades. Y a los famosos delincuentes de cuello blanco tampoco los juzgan, a ciertos corruptos que gobernaron nuestro país en 43 años de sucia democracia han robado cientos de miles de millones de dólares mediante tenedores de bonos, contratos con sobreprecios, ventas de nuestros recursos naturales, construcciones de puertos, vías concesionadas, etc. Estos son pocos delitos detallados de entre los miles, que están protegidos por la Constitución del 2008 que la aprobaron en Montecristi los asambleístas de la ‘revolución’, quienes estuvieron al mando del político que hoy en día está prófugo en Europa. Dicha carta magna debe cambiarla la Asamblea Nacional si le queda algo de dignidad, por leyes duras contra la delincuencia, como la cadena perpetua, etc. El pueblo pide una consulta popular sobre: no dar dinero el Estado, a los partidos políticos; cadena perpetua para ladrones, delincuentes..., y por delitos de peculado, cohecho, concusión, enriquecimiento ilícito, etc.; recuperar dineros robados al Estado por corruptos que gobernaron; eliminar el sueldo vitalicio a expresidentes, exvicepresidentes; eliminar al 60 % la burocracia; no permitir que descendientes de políticos arribistas que regresaron de otros países después que estuvieron prófugos por los daños que hicieron al país desempeñen cargos; cambiar la Constitución del 2008 por la de 1998. (O)

Manuel Ullauri, Guayaquil