Santa Elena, capital de la provincia de Santa Elena, y sus entornos urbanos, cada día se extienden aceleradamente.

Avanzando en varias direcciones, para poder llegar a determinado lugar, hay que sortear sitios tomando en cuenta referencias que en varios casos invitan a más confusiones, perderse por calles sin nombres.

Los municipios de los cantones Santa Elena, La Libertad y Salinas tienen que realizar una campaña de civismo para asignar nombres a las calles olvidadas que carecen de asfalto, veredas, luz y alcantarillado, etc., donde el polvo y la maleza son parte de sus entornos.

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Deben poner nombres a todas las calles. En la historia peninsular, en los campos de la cultura, el deporte, la política, la sociedad... existieron muchos personajes que aportaron al progreso provincial. Asimismo, fechas importantes, personajes populares, y nuestra fauna y flora deben perennizarse en la mención de algunas vías.

Me parece que no hay ni una calle (si existe no tiene letrero) con el nombre monseñor Enrique Jhules, que fue el que presidió la reconstrucción de la iglesia Santa Elena, en la Península, y el primer vicario; Nicanor Alejandro Reyes, fue abogado, fundador del núcleo provincial de Santa Elena, de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, etc. Existe una normativa municipal que dice que el personaje debe estar fallecido para recibir el homenaje de que una vía lleve su nombre. Salvo el caso ha sido omitido este reglamento, teniendo ciertas excepciones.

No esperemos que la gente se muera para brindarle dicho homenaje; es emotivo que el corazón se alegre de recibirlo en vida.

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Pueden crear los barrios, los comités barriales; pedir a los próximos alcaldes y concejales que agilicen los trámites con el objeto de poner nombres a las calles. (O)

Evelio Patricio Reyes Tipán, Santa Elena