En otra carta publicada sobre el tren Guayaquil-Quito sugerí la construcción de una red ferroviaria eléctrica integral, con un eje principal: Guayaquil (Puerto Marítimo y Quinto Puente)-Ventanas-El Corazón-Latacunga-Quito; y con tres ramales: Posorja-Guayaquil; Manta-Quevedo-El Corazón; y Esmeraldas-Puerto Quito-Quito. Es obligatorio meditar los beneficios que traería a Ecuador:

El superávit de energía hidroeléctrica que generan las centrales del país se entregaría en su totalidad a su cliente, la concesionaria de la red ferroviaria. El Estado tendría ingreso de millones de dólares. Y el parque automotor de camiones pesados se reduciría en 30 % o más, pues las cargas pesadas de exportación e importación usarían este nuevo sistema. Reduciría la refinación del diésel en no despreciable porción. Menos egresos para el Estado y la eliminación del dióxido de carbono que afecta a la humanidad. Dentro de la monumental obra entra el Quinto Puente (Puerto Marítimo-Durán), no costará, la concesionaria lo construiría como parte del sistema vial, otro ahorro más. La red pasaría por la provincia de Los Ríos, cantón Ventanas, que devendría en el epicentro de la mayor zona bananera del Ecuador, por lo que la misma concesionaria o la empresa privada ecuatoriana podrá construir allí un centro de acopio para contenedores refrigerados de banano, a fin de ser trasladado por tren al Puerto Marítimo. El ahorro será grande por la transportación de banano y otros productos. Cuántas nuevas fuentes de trabajo se crearían por este gran centro de acopio y otros que podrían desarrollarse en cada punto de partida o destino del tren. La integral transportación de personas, el turismo, serían de gran impacto para la economía y muchos emprendimientos que impulsaría el Ministerio de Turismo. El presidente Lasso, con especialistas en inversiones, podría desarrollar el proyecto. (O)

Luis Santillán Morante, abogado, av. Samborondón