Tengo 24 años de edad, puedo contar con los dedos de una mano las elecciones presidenciales en las que he sufragado, no obstante debo confesar que el sentimiento de alegría por lo ocurrido el 11 de abril de 2021 es incuantificable, por el ambiente de paz que presagia la venida de vientos democráticos para el país.

... Al día siguiente de las elecciones no hubo aglomeraciones afuera del CNE, no hubo marchas de personas enfurecidas tratando de hacer respetar sus ‘derechos’; esto, porque los derechos de los ecuatorianos se hicieron respetar en las urnas y en un proceso electoral transparente. Como joven, anhelo que este ejemplo de democracia nos sirva a todos los ecuatorianos para comprender que sí podemos hacer un mejor país sin violencia, sin resentimientos, sin persecuciones y respetando siempre los pilares fundamentales que levantan a todos los países exitosos: democracia, libertad, respeto y transparencia. (O)

Miguel Emilio Félix Romero, abogado, Guayaquil