El pueblo exige al Gobierno, presidente y autoridades que se amarren los pantalones, combatan la delincuencia.

Los ladrones criminales caen en colectivos, tiendas, bancos, carros, calles, fiestas, restaurantes, colegios, barrios, trabajos, etc., a ciudadanos que viven de un sueldo, se ganan la vida haciendo oficios para comer, no tienen ejército y guardaespaldas para que los defiendan. (O)

José García G., Durán