Las personas adictas que están desenganchándose de las drogas sufren el síndrome de abstinencia: ansiedad, irritabilidad, alteraciones del sueño y sobre todo el craving, el deseo intenso y prolongado de consumir.

En el campo de las adicciones se puede reducir la impulsividad con la práctica del ajedrez, con el objeto de ayudar a evitar las recaídas. Al igual que vamos al gimnasio para tonificar nuestros músculos y hacerlos crecer, tenemos la opción de ir al gimnasio mental para hacer crecer nuestras conexiones mentales, o sea para modificar la plasticidad neuronal con el esfuerzo y la creatividad, predisponer el cerebro para ello. Jugar ajedrez desarrolla todas las habilidades cognitivas, la atención, la concentración, la memoria, el razonamiento, la creatividad, la toma de decisiones; eleva el coeficiente intelectual, reduce la impulsividad y la recaída. El ajedrez terapéutico no solo mejora el aspecto general cognitivo sino evitar malos hábitos; es una actividad proactiva, combate la postergación y la costumbre de evadir responsabilidades, que tanto caracteriza a las personas que sufren de cierta dependencia, y las aleja del vicio, el ocio, la corrupción, pero sobre todo acerca a la conquista de objetivos superiores. (O)

Johnny Granda Morán, profesor de ajedrez, Guayaquil