Luego de un periodo electoral alborotado con muchos candidatos, sendas propuestas y varios escándalos de por medio, Ecuador ha acudido a votar por quienes cree que son los más aptos para guiarnos a la reactivación económica. Seguramente muchos de los lectores el día de hoy estarán con sentimientos encontrados por los resultados del día de ayer. A pesar de aquello, debemos esperar que concluya el Gobierno del presidente Moreno y mirar a futuro lo que necesita hacer el país para poder volver al ruedo.

Muchos deben haber escuchado que tanto el presidente Moreno como sus ministros alardean por suscribir acuerdos comerciales o, al menos, hacer el intento de encaminar uno nuevo. Sin duda, Ecuador debe abrirse al mundo y el mundo a Ecuador, esa debe ser una consigna importante del nuevo Gobierno; sin embargo, hay ciertas cosas que se deben tener en cuenta casa adentro antes de ir a vender.

Igual que cuando una empresa hace inversiones, estudios y análisis para buscar a qué mercados puede acceder, qué documentos deben obtener y los requisitos que sus productos tienen que cumplir para poder ingresar a nuevos destinos, es momento de que Ecuador haga una revisión interna de sus ventajas y desventajas.

Si queremos poder ser competitivos con otros países, debemos tener procesos que faciliten a los exportadores e importadores obtener sus documentos y cumplir con exigencias, pero Ecuador tiene una gran falencia en este sentido. Muchos de nuestros trámites son personales, largos y requieren de un sinnúmero de copias de las copias de las copias para poder obtener el certificado que necesitamos. Es momento de que Ecuador se pueda unir a la era digital; la transformación de instituciones como la Administración Aduanera es imperativo. Modernizar los procesos logísticos para que sacar un contenedor no sea sumamente costoso y tedioso. Es necesario que los reglamentos técnicos sirvan como soporte y no sean un obstáculo técnico al comercio. Es momento de exigir al nuevo Gobierno avanzar; no queremos trámites manuales, queremos unirnos a la era paperless, es decir, que todo pueda ser sin papeles, solo digital, como ocurre actualmente en otros países de la región.

No es suficiente tener la intención de querer suscribir nuevos acuerdos comerciales, si cuando los tenemos ni siquiera podemos sacarles el provecho al cien por ciento por falta de conocimiento de las autoridades, de los actores y operadores. Es momento de invertir en expertos que nos ayuden a comprenderlos, que guíen a los empresarios para que estos conozcan su alcance.

Es momento de que Ecuador deje de tener todólogos y tengamos líderes expertos en cada una de sus materias. Hay que entender, compatriotas, que muchas veces la intención no es suficiente, por eso hemos venido tropezando de autoridad en autoridad, porque, aunque tengan la intención, muchas veces no tienen la preparación para guiarnos de manera adecuada. Es momento, ecuatorianos, de exigir gente capaz, experta y con liderazgo para que exista un real cambio y una ola de innovación en nuestro país. No bastan las intenciones, se necesitan acciones concretas para lograr cambios positivos. (O)