Queda en evidencia en el Presupuesto General del Estado (PGE) cuando los ingresos tributarios en promedio cubren cerca del 40% de los gastos públicos, que el dinero que un ciudadano paga por rubros como el IVA o el ICE y llega a manos de un Estado, que no cumple con lo que la ciudadanía anhela.
¿Acaso ustedes creen que el ciudadano desea que el Estado mantenga a 137 asambleístas con salarios exorbitantes, o que se desperdicien cerca de 561.000 dólares por un error de impresión en papeletas electorales? ¿Acaso ustedes creen que el ciudadano cumple con sus deberes tributarios para que exista corrupción o para que el Estado brinde una débil seguridad ante la delincuencia? ¡Es en serio. Es inconcebible que si el pueblo es el empleador y las autoridades gubernamentales son simplemente empleados, se nos haga a un lado! El ciudadano debe ser integrado y consultado, no deben tomarnos el pelo y decir que estamos representados por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS). Da indignación al saber que en las próximas elecciones, candidatos no quieren ser empleados del pueblo. Exijo al nuevo presidente, transparencia en la contratación de las obras públicas y adquisiciones de bienes y servicios; y al Estado también exijo condenas más severas para el delincuente, condenas mínimas de 30 años para violadores, asesinos o ladrones que van vestido de corbata (ciertos servidores públicos) que han encontrado el espacio perfecto para realizar fechorías. El cambio debe empezar ahora, debe ser radical, caso contrario el país seguirá desmoronándose. (O)
Carlos Jesús Flores Castro, economista, Daule