De uno de los 16 binomios que constan en la papeleta de candidatos a la Presidencia de la República se puede afirmar que quienes lo integran no se conocen ni entre ellos. Al parecer los debates presidenciales sirvieron para exponer breves destellos de personalidades que la propaganda suele maquillar.

Katherine Mata, compañera de fórmula de Giovanny Andrade, por el movimiento Unión Ecuatoriana, cobró visibilidad momentánea esta semana al hacer público que se desvincula de la campaña electoral y del movimiento que auspicia su candidatura a la Vicepresidencia de la República. Aunque “las candidaturas a cargos de elección popular, una vez calificadas e inscritas, son irrenunciables” y, por lo tanto, su nombre se imprime junto al de Giovanny Andrade en las papeletas.

Existen 283 organizaciones políticas aprobadas por el Consejo Nacional Electoral. De estas, 8 son partidos políticos; 16 son movimientos nacionales; 72 son movimientos provinciales; 167 son movimientos cantonales; y 20 son movimientos parroquiales.

¿Conocen los electores al menos la historia de los movimientos que auspician candidaturas para la Presidencia y para la Asamblea? ¿Quién o quiénes y con qué recursos fundaron, por ejemplo, el movimiento Avanza; cuál es la procedencia del movimiento Amigo, cuyo origen se relaciona con Mejor EC; cuál es la ideología de Centro Democrático, del movimiento Ecuatoriano Unido, de Unión Ecuatoriana, de Libertad es Pueblo; qué queda de Alianza PAIS? Etcétera.

Conocer pormenores de las alianzas entre algunos movimientos políticos ya es asunto de otro nivel.

¿Saben los electores quién encabeza la lista de asambleísta por esos movimientos?

Ya veremos después quiénes nomás llegan a la Asamblea Nacional y si serán capaces de levantar su nivel de aceptación entre la ciudadanía.

Doña Katherine Mata explica que decidió alejarse de su compañero de fórmula por varios desencuentros ocurridos con Andrade. Ha referido que no fue solo la declaración de que lo habían escopolaminado en el Debate Presidencial, organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), sino que “hubo cosas internas peores que esas, y es mejor desvincularse”.

Un desencuentro similar, detectado a tiempo, ocurrió en las filas de Pachakutik en agosto del año pasado: la guayaquileña Larissa Marangoni declinó su candidatura a la Vicepresidencia de la República un día después de haberse anunciado que integraría el binomio con Yaku Pérez, por “diferencias irreconciliables” con dirigentes indígenas.

Por cierto, tan acostumbrados estamos al ‘efecto Chimoltrufia’ (pos ya sabes que yo como digo una cosa digo otra) que nadie le exige al ‘candidato escopolaminado’ que presente una denuncia formal, pues es muy seria la acusación que recae sobre la organización del debate oficial.

Hay demasiados candidatos y algunos no saben a qué se comprometen. ¿Cómo esperan ser elegidos?

Además, ¿por qué no hay una entrada visible en el sitio web del CNE de la herramienta candidatos2021.cne.gob.ec? (O)