Daría la impresión por los últimos eventos suscitados en el Ecuador, que para ser candidato a elecciones populares y no ser impugnado, se debe pedir permiso a los ‘nuevos dueños del país’, cierta clase política tradicional.
Con estos antecedentes cabe preguntarse: ¿debemos como sociedad seguir permitiendo que un grupo de personajes escudados en partidos y movimientos políticos sean quienes nos conculquen el bienestar de la gente del pueblo llano?, ¿por qué impedir las aspiraciones de personas que desean candidatos a presidente de los ecuatorianos? Si hoy en día somos indiferentes, quemeimportistas, si guardamos silencio cómplice ante planes conspirativos, ¿cuál será el Ecuador que dejaremos de herencia a nuestros nietos? Los responsables de la crisis económica, política y moral deben dar un paso al costado, con sus egoísmos y vanidades han hecho mucho daño al país. Ecuador necesita buenos administradores, ya no los mismos de siempre. (O)
Édison Gelacio Mora, Guayaquil