La familia comienza, como muchas, llena de felicidad y amor que con el tiempo se pierde porque la llama que la enciende se apaga, y se presentan los problemas personales, sentimentales y económicos, que terminan destruyéndola.
Las consecuencias de la violencia familiar son peligrosas y destructivas, involucran generalmente a la mujer como una víctima vulnerable de un marido que no la quiere, que sería capaz hasta de matarla, y la justicia no puede hacer nada para impedirlo, ya que se necesita la firma de un abogado para hacer efectiva la demanda y poder conseguir una boleta de auxilio que proteja a la mujer desamparada. Es necesario que se reforme la ley a favor de la mujer. Reflexión: ¿es necesario cambiar la ley para proteger a la mujer desamparada? (O)
Ángel Calderón Mayorga, economista, Guayaquil