La idea de establecer un sistema bicameral en la Función Legislativa ecuatoriana ha sido rechazada. La ciudadanía tiene bien claro que la soberanía popular reside en la voluntad mayoritaria del pueblo para elegir a sus gobernantes. El sufragio es un derecho irrenunciable y por ello jamás podrá retornar un sistema regresivo que permitía elegir a dedo a los representantes legislativos, como sucedió con los diputados y senadores funcionales.
Los legisladores tienen que ser electos directamente por el pueblo mediante el sufragio universal, directo y libremente escrutado. En Ecuador las fuerzas políticas de oposición con grupos de presión y la concentración de poder de gobernantes autoritarios llevó a un concierto colusorio contra la democracia directa, y decidieron crear legisladores funcionales para designarlos a dedo, con las mismas atribuciones de diputados, o senadores, a diferentes miembros de la sociedad e investirlos de atributos y facultades legislativas. La soberanía popular, mediante el sufragio directo es la que otorga legitimidad al ejercicio del poder. ¡No!, ¡no a la bicameralidad, no a legisladores designados a dedo! (O)
Franklin Moreno Quezada, doctor en Jurisprudencia, Guayaquil