El domingo a las 15:00 las familias habían almorzado y estaban en la siesta. Se despertaron por un ruido fuerte; lógico que dio mucho miedo. Casi se puede decir que topando los árboles, un helicóptero volaba muy bajo por ciudadelas del norte.
No sabemos de dónde salió, qué hacía, quiénes volaban, con qué permiso, para qué, etc. Dio terror que el helicóptero caiga en nuestras casas. Pedimos que las maniobras aéreas, los vuelos tan bajos, no se repitan, puede pasar un accidente. (O)
Haníbal Pereira Y., Guayaquil