Todos hemos necesitado un espacio de relajación, dado que estar en un solo lugar de trabajo, estudio y vivienda nuestro estado emocional fluctúa triste, cansado, aburrido.. ¿A quién no le gustaría tomar aire puro, no con personas a su alrededor?
Para mí fue la mejor decisión que pude tomar, un fin de semana estuve en el refugio ecológico Molinuco y debo decir que estuve increíble, las personas utilizaban su respectiva mascarilla, el costo bastante económico y si lo veo desde otra óptica es una mutua colaboración, ya que mientras tú te desestresas, estás en los paisajes naturales al mismo tiempo también ayudas al sector turístico que tanto necesita dinero. (O)
Cristina Valeria Crespo Cano, 19 años, Quito