De vez en cuando escuchamos de alguna pobre señora que enviuda, y a la que su marido le deja buenos ahorros, fruto del trabajo de toda su vida, para que pueda mantenerse decorosamente el resto de su existencia. La viuda, que nunca manejó dinero, se angustia, y aparece algún conocido, comedido, que le explica que es un genio de las finanzas y que le puede multiplicar su dinero. La señora, esperanzada, se lo entrega. A los pocos meses vuelve quien gestiona su dinero y le explica que lamentablemente hubo inundaciones y se perdió la cosecha en que había invertido y que le iba a duplicar el capital. O que quebró la gran empresa en la que había puesto el dinero. En todo caso la pobre viuda se queda en la calle.

Eso pasa de vez en cuando con viudas, y se entiende. Lo que no cabe es que le suceda lo mismo a un fondo de inversión. El Isspol ha entregado $532 millones a un experto financiero que le dijo que le pagaba a través de Decevale. Este es el depósito de valores desmaterializados (o sea no impresos) que han sido transados por las bolsas de valores. ¿Qué papel desempeñó el Decevale? ¿Cómo pudo el Isspol entregar una porción sustancial de su patrimonio a un comedido experto financiero que opera a través de compañías panameñas, sin recibir títulos valores equivalentes? Los funcionarios de Isspol que así procedieron fueron lelísimos o vivísimos, que el lector escoja.

Se dice que el Isspol hizo la operación para protegerse de una desdolarización. ¡Absurdo pretexto! Imagínense, un Gobierno que desdolariza, cambia los bonos dólares por bonos sucres, y dice a los policías –e igual a los militares– que pulveriza sus ahorros y sus futuras pensiones. ¿Cuánto tiempo sobreviviría ese Gobierno?

La ministra Romo afirma que todos los ecuatorianos tendremos que reponer el dinero de la estafa, debido a una ley del correato. Algo inaudito: ¿para que existe un ente previsional, si no es responsable de sus actos? Es una tentación para asumir riesgos elevados: si me va bien, yo gano; si mal, los contribuyentes pierden. ¿Por qué se delega esta responsabilidad a la Policía si no es capaz de montar un fondo de pensión profesional? Manejar un fondo de pensión de manera óptima requiere de mucho conocimiento, rapidez mental y trabajo. Pero manejarlo de forma promedio no requiere de mucho. Se invierte en bonos del Estado, que el Gobierno no va a deja de pagar, menos a la Policía; créditos quirografarios, y el propio Gobierno retiene de los salarios de los policías los fondos para pagar el crédito; y algo en obligaciones de empresas triple A. Riesgo casi cero.

Si el Isspol no es responsable del mal manejo de sus fondos, si los contribuyentes somos los que pagamos, entonces el Isspol no debe existir, y que los fondos los maneje directamente Finanzas. Igual va para el Issfa.

Este escándalo viene a la par del de Ecuagran, que no paga sus papeles colocados en el mercado de valores. En ambos casos, ¿en qué se halla la Superintendencia de Compañías y Valores? La Superintendencia le dedica tiempo y esfuerzos a requerir trámites, pedir informes, cobrar tasas y más a compañías que no cotizan en las bolsas. Deberían abandonar esa supervisión inútil y costosa, y concentrarse en supervisar a las empresas emisoras y el mercado de valores. Menos burocracia y más control al que lo amerita. (O)