El Diario EL UNIVERSO está cumpliendo 99 años de informar al país. Y a pesar de que merece un mayor homenaje que lo que estas 500 palabras pueden expresar, quise distinguir su trayectoria con un corto análisis sobre aquello que le permite destacar en esta industria, aquello que se ha restringido a lo largo de la existencia de este Diario pero aun así ha sabido salir a flote, y aquello que tal vez hoy damos por sentado: la libertad de expresión.

John Lock y John Stuart Mill, filósofos ingleses de los siglos XVII y XVIII, respectivamente) idealizaron el mercado de ideas y la libertad de expresión. Pero ¿cuál es el propósito principal de este derecho? Lo que se busca es disminuir, y ojalá, eliminar la corrupción, agregando controles y contrapesos a un gobierno potencialmente ilimitado. Para ellos, la prensa era una plataforma para el mercado de las ideas y su función era de vigilancia (‘whatchdog’). Con esto dicho, es casi innegable que la libertad de expresión es la piedra angular de la democracia. Tanto es así que cuanto más restringida es la prensa, más probabilidades hay de que acabe en un Estado totalitario.

Mill y Lock hicieron mucho énfasis en los derechos de propiedad sobre otros derechos, defendieron un sistema de libre mercado que permitiera la libre elección logrando la eficiencia, lo que en última instancia conduciría a la igualdad de oportunidades. Así, creían en un mercado de ideas: lo mejor triunfará. Las opiniones y prácticas erróneas (ejemplo, falta de ética profesional a la hora de escribir noticias con un claro sesgo) ceden gradualmente a hechos y argumentos: pero los hechos y argumentos, para producir algún efecto en la mente de la audiencia, en este caso de los lectores, deben presentarse ante estos últimos. Esto significa que la competencia inevitable pero saludable dentro de la industria eliminará del negocio a los “malos actores”. Por ejemplo, News of the World carecía de esta credibilidad y estándares éticos y finalmente cerró. Esta no es una decisión del Gobierno, sino de la audiencia que selecciona un medio u otro según sus preferencias y estándares éticos. En realidad, cuando un periódico llega al lector es el resultado de una serie de selecciones. Hoy aplaudo la credibilidad y responsabilidad de EL UNIVERSO, que ha sabido adaptarse a los cambios tecnológicos y aportar al desarrollo de la cultura y conciencia crítica del país. El resultado es la selección que han hecho sus lectores día tras día por 99 años.

Soy columnista de este Diario desde hace algunos años y no es sino un honor para mí escribir quincenalmente en el Diario más importante de la ciudad y uno de los mayores del país. EL UNIVERSO ha atravesado acontecimientos complejos de la historia del país a lo largo de su trayectoria, tales como dictaduras, Gobiernos autoritarios, leyes de comunicación restrictivas, demandas, insultos, amenazas e incluso serios atropellos contra la libertad de expresión. Por eso creo que vale destacar el papel que ha jugado en mantener informada a la nación a pesar de las vicisitudes.

Con seguridad, no todos fueron años felices, pero sí han sido 99 años responsables y muy creíbles. (O)