Desde 1978 el millonario financiamiento destinado hacia los partidos que buscan el poder político estuvo a cargo del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que desapareció en el año 2008 y se creó el Consejo Nacional Electoral (CNE); estos organismos han sido encargados de dicho despilfarro.
Si tomamos en consideración, en los gobiernos de turno –en unos más que otros– ha campeado la deshonestidad y hemos sido gobernados por cierta gente corrupta y sin escrúpulos que además son tan inmorales que, sin merecerlo, tienen sueldo de por vida. Quienes se encuentran en los poderes del Estado son en su mayoría gente que desconoce de los verdaderos valores éticos y morales, como justicia, libertad, responsabilidad, integridad, respeto, lealtad, honestidad, equidad. Nos encontramos próximos a un nuevo proceso electoral (2021), en una época en la cual una gran mayoría está sin empleo, sin educación, con una economía que se contrae, y además azotados por el COVID-19 y la corrupción. Sin embargo, ciertos que viven del sudor y trabajo de todos los ecuatorianos ya se alistan en ‘guango’ a participar nuevamente en la lid electoral. Sería bueno que en la misma papeleta se realice una consulta para bajar el número de asambleístas y asesores, eliminar los sueldos vitalicios, confiscar los bienes mal habidos, entre otros... ¡El pueblo tiene la palabra! (O)
Eduardo Vicente Vergara Barros, militar S.P., Quito