La fraternidad de bachilleres Fernando Grunauer González de la promoción 1962 del Colegio Nacional Vicente Rocafuerte, integrada por profesionales de diferentes ramas del saber, en matemáticas, ciencias naturales, jurídicas, biológicas, educativas, oficiales en servicio pasivo, con vasta experiencia y límpido manejo del tesoro popular, además de exitosos empresarios, ha elaborado un sustancioso texto que contiene un llamado cívico para frenar legal y efectivamente los actos de corrupción que corroen y horrorizan la vida nacional, pésimo dechado a la juventud actual y futura.

El documento ha sido denominado proclama, por lo excelso del término, franca y ferviente alocución como grito resonante que sacuda la conciencia ecuatoriana, propugnando el cese y nunca más de hechos delictivos que condujeron a la dilapidación y desvíos en beneficios personales de los sagrados recursos de la salud y los que sustentan el sistema de prestaciones a jubilados y adherentes a la seguridad social, puntualizando con firmeza que no han sido suficientes las acciones de la administración de justicia para agilizar los procesos que culminen en sanción y reparación integral; quedando aún ocultas, en espera de indagaciones, violaciones a la madre naturaleza como los arboricidios irrogados a legendarias especies de teca y guayacán en estaciones experimentales estatales agrícolas obligadas a conservarlas.

Esos repudiables sucesos, destacados en el escrito, obedecen en buena medida a la irracional eliminación de las cátedras de moral y cívica, de imperiosa restitución como elementos complementarios de la educación familiar, forjadoras de ciudadanos de bien, idealistas, de rectilínea conducta, otrora impartidas con severidad por venerables maestros que dieron lustre al mítico colegio, orgullo de la ciudad, remplazadas por adoctrinamientos perniciosos, atentatorios a la democracia, contrarios al bien común e inductores de sumisión y mediocridad, que carcome y envilece el espíritu rebelde juvenil.

El aporte patriótico del grupo ha sido constante, antes editó un estudio prospectivo del crecimiento desordenado de Guayaquil, magnífico resumen de sugerencias sobre urbanismo, movilidad y arquitectura moderna, con un inédito componente de agricultura urbana, acogido por la Municipalidad en su programa de huertos citadinos, dejando planteado un siguiente paso a la producción de bienes agrícolas para la exportación, como respuesta a la falta de empleo, en especial para amas de casa en sus propios domicilios.

Las sesiones del conglomerado rebosan información, fina sabiduría, avances científicos, críticas constructivas matizadas con añoranzas, ocurridas anécdotas, teniendo como centro a compañeros y maestros; en ese ambiente se gestó la original proclama suscrita por su presidente Ing. Kléber Terán Mite y Ab. Arturo Mancero Gando, como secretario, resultando una invitación a la lectura exquisita, de sólidos conceptos y castizas expresiones, con implícita exhortación a engrosar filas a conformar un gran frente de protesta, con entereza vicentina, para erradicar la generalizada corrupción e impunidad. (O)