Ciertos inquilinos salen ahora con la noticia y la cara bien dura que no van a pagar –porque los abogados les dicen– el alquiler de marzo y abril, puesto que en dichos meses el Ecuador estuvo paralizado por la pandemia, la cuarentena fue estricta, y las autoridades dijeron en ese tiempo que los dueños de inmuebles no cobren por el momento el alquiler de sus casas, oficinas, etc.; y que los servicios básicos públicos de agua, luz, teléfono; y los de internet pagada, tampoco no podían cobrarse ni suspenderse al pueblo que estaba confinado, no podía trabajar o estaba desempleado.
Instituciones públicas de servicios básicos; y las empresas privadas que ofrecen internet y televisión pagada al poco tiempo en marzo enviaron avisos tajantes a los usuarios, que si no cancelaban las tarifas les cortarían los servicios; y por otro lado empresas particulares cortaron la señal de televisión y de internet pagada. El pueblo dejó de comer para pagar los servicios importantes en la pandemia. Mas, en el punto de los arriendos, nadie obligó desde marzo hasta la fecha a pagar; la morosidad continúa, algunos tienen gratis, desde marzo a julio, locales que nos les pertenecen donde habitan, trabajan, tienen guardadas cosas. El impago a los propietarios de locales, departamentos, viviendas, oficinas, restaurantes, etc., nadie sanciona. Algunos propietarios han recibido hasta la fecha como paga de los inquilinos, menos de la mitad del valor real del arriendo de solo un mes, debiéndoles el resto de las mensualidades hasta julio. (O)
Pedro Alonso López, Guayaquil