No recuerdo exactamente en qué gobierno se ejecutó esta obra que une el río Guayas con el estero Cobina, que lleva a los buques mercantes al Puerto Marítimo de Guayaquil, ubicado en el sur de la ciudad.
Las aguas del Guayas con las del estero Salado de la ciudad (que son brazos de mar) no tienen el mismo nivel ni coinciden sus mareas; la única forma de hacerlo es a través de estos tres grandes tramos de esclusas para nivelar el nivel de las aguas, para el paso de los buques que cruzan de un lado a otro en ambos sentidos, tal cual como es el canal de Panamá, cuyos niveles de agua del océano Pacífico y del golfo de México no tienen el mismo nivel.
Constituye además uno de los lugares emblemáticos de la ciudad de Guayaquil y del turismo, que bien manejado puede atraer a turistas de países que no tienen una obra similar. Por alguna razón que desconozco, los Gobiernos descuidaron esta obra de ingeniería marítima y turística.
La politiquería, impulsó las invasiones en estos grandes sectores territoriales y dio cabida a lo que llegó a llamarse los Guasmos de Guayaquil. La demagogia municipal, a ciertas personas quienes invadieron esas tierras, posteriormente a un módico precio de $10 (sucres), se las legalizó. Pero Las Esclusas por falta de mantenimiento colapsaron. Por la prensa me enteré de que la alcaldesa Cynthia Viteri pretende activarlas para que puedan funcionar. Por lo pronto, del lado del río Guayas han estado retirando unos 10 metros de lodo en profundidad, por todo su ancho, para que puedan operar las compuertas que se abren o se cierran con el objeto de dejar pasar a los buques de ese calado, que entran y salen a los muelles del Puerto Marítimo de Guayaquil. No se sabe aún cuándo la obra estará habilitada ni su costo de reparación o si se repararán con dineros municipales, del Gobierno Nacional o de alguna o de más empresas extranjeras.
Hasta el 8 de julio de los corrientes, Diario EL UNIVERSO informó que los trabajos de rehabilitación estaban en el 50 %, y se “retiraron completamente las estructuras de las compuertas, dejando la losa de hormigón y los pivotes inferiores visibles para su análisis previo al montaje de las nuevas estructuras. Es la primera vez, en 58 años, que estos componentes se visualizan”. ¡Bien por Guayaquil y por la regeneración de Las Esclusas! (O)
Sucre Calderón Calderón, abogado, avenida Samborondón