El título es mi particular lectura al anuncio que realizó @jaimenebot el pasado jueves a través de sus redes sociales, como se estila hoy modernamente en la comunicación política.

Sorprende su anuncio, cuando varias de las encuestadoras lo colocaban en el primer lugar de la preferencia electoral. Pero a decir de sus propias palabras: “Soy de los que piensan que uno tiene que irse de la vida política electoral cuando la gente quiere que se quede, no cuando la gente está rezando porque se vaya”.

Paralelamente a su anuncio, presentó un proyecto ciudadano: el impulso de una consulta popular sobre varios temas de relevancia pública que permitan al país encontrar un camino para salir de la crisis económica y social, siendo entonces una invitación –no partidista– para concertar en temas claves para nuestro futuro.

Para ello activa la herramienta prevista en el artículo 104 de la Constitución: la ciudadanía podrá solicitar la convocatoria a consulta popular sobre cualquier asunto, y si es de carácter nacional, el petitorio deberá contar con el respaldo al menos del 5 % del padrón electoral. Estas preguntas deberán obtener dictamen previo de la Corte Constitucional, sin que para obtener este pronunciamiento sea necesario presentar las firmas de respaldo conforme la jurisprudencia que ha emitido dicha Corte en casos anteriores.

Dentro de los temas de reformas legales que ha anunciado que abarcaría esta consulta popular están la administración del IESS, su sostenibilidad y la prohibición del uso de sus fondos por el Gobierno; el fomento de la agricultura, ganadería y pesca artesanal; protección del ambiente; autonomía de las rentas municipales y universitarias; redefinir el sistema de pago del IVA de los Gobiernos locales; presupuesto del Estado sin déficit; fomento a la producción; endurecimiento de penas de delitos atroces contra menores, entre otros temas.

Nebot a lo largo de su vida ha liderado otras causas desde el rol de ciudadano: desde 1984 dirige la causa de la Fundación Teletón por la Vida, que ha beneficiado a miles de niños brindando el apoyo económico que requieren para sus tratamientos médicos o cirugías, o desarrollando proyectos para su bienestar en alianza con otras fundaciones. Este mismo año formó el Comité Especial de Emergencia de Guayaquil, en el que juntó esfuerzos de la sociedad civil y la empresa privada para ayudar a combatir el COVID. Estos son ejemplos de que él siempre ejerció otra forma de hacer política, basada en la sencilla idea de que lo que le suceda a la gente no debe sernos indiferente, principio que también inspiró su alcaldía.

No es común en la política ver estos desprendimientos al poder, menos después de la última década que vivimos. Bien dicen que la fuerza no consiste en ganar. La fuerza consiste en elegir las batallas y decidir no rendirte. Nebot siempre escogió la batalla de la lucha por la prosperidad del Ecuador; no se rendirá, ahora seguirá desde el cargo más importante en una democracia: el de ciudadano. Ese es el mensaje de esta decisión, ese es el legado. Por eso pienso que Nebot le dijo sí al Ecuador. (O)

@carlosdetomaso