La indecisión es el camino más corto a la equivocación. En artículos de opinión desde años se ha insistido en que la estructura del Estado después del gobierno de Correa quedó con obesidad, y se mantiene igual hasta el presente la opinión en algunos profesionales de la economía y con experiencia política. Economistas y administradores de empresas públicas y privadas dan posibles salidas a las crisis económica y de salud, pero la mayoría no responde por la seguridad de que la plata por invertirse en esas soluciones no sea utilizada en dichos objetivos; de paso hay opiniones de que en las finanzas no hay transparencia.
Los políticos aliados al Gobierno piden que en época de crisis hay que sacrificarse todos, y los que no están con el sentir de salida fácil del Gobierno claman que se traiga una comisión anticorrupción como la de Guatemala. Como no hay resultado de recuperación de lo robado en la época saqueada, justifican esa falta con caiga quien caiga; pero nada cae. La CPCCS-t tiene como soporte la Contraloría y la Fiscalía. Y por otro lado las leyes para incautar lo robado están con COVID- 19 en la Asamblea legislativa con grupos que desvían sus decisiones de acuerdo con sus perspectivas políticas; y el Ejecutivo con su Comisión Anticorrupción ve que no se empañe su función administrativa. Dice un economista de experiencia de política pública que no hay manera de que un país, por más brillante que sea su política económica, pueda desarrollarse y sostener ese proceso económico sin que exista seguridad jurídica. Solución: al conformar un senado de adultos, volviendo al origen del senado como lo concibieron los romanos, podríamos tener autoridades de control que administren justicia ágil, transparente y nos representen –lo podemos lograr con los millones de afiliados al IESS– y recuperar la administración del país, IESS, Biess; se inauguraría la independencia de poderes y la democracia. La indecisión es el camino más corto a la equivocación. (O)
Salvador Loffredo Autheman, ingeniero civil, avenida Samborondón