El cambio climático es uno de los grandes desafíos que enfrentaremos en el futuro, por lo cual nuestro desarrollo deberá sustentarse en esquemas que preserven el medio ambiente y de esta manera garantizar la vida de la población a través de mecanismos de control que minimicen los impactos del calentamiento global, sobre todo sobre la elevación acelerada del nivel medio del mar.

En el caso de la ciudad de Guayaquil –principal centro económico del Ecuador– dicha elevación acelerada del nivel medio del mar puede tener efectos realmente catastróficos en conjunción con los procesos naturales y antrópicos que en la actualidad ya están causando serios problemas.

En el caso particular de las consecuencias a mediano plazo en el área metropolitana de Guayaquil, esta preocupación se hizo conocer desde el año 2010 a través de trabajos sobre el problema que en el año 2050 probablemente estaría bajo el agua, desarrollados ante la evidente necesidad de estudiar la vulnerabilidad de las zonas pobladas a nivel del mar. Guayaquil es una de las ciudades más probables del mundo en sufrir una gran inundación. 

A pesar de esfuerzos realizados no se ha logrado aún establecer una clara conciencia que la ciudad se encontraría en un peligro inminente en un futuro cercano con consecuencias catastróficas, al punto tal que las instituciones regionales y nacionales encargadas de preocuparse por las consecuencias del cambio climático, en general y de la sobreelevación del nivel del mar, en particular, hasta el momento solo hacen disparos al aire sin tomar acciones concretas que minimicen sus efectos.(O)

Kléber Jacinto Rivero Solórzano,

ingeniero civil especializado en Hidráulica, Guayaquil