El binomio Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner, vencedor en primera vuelta el pasado domingo, asumirá su cargo el próximo 10 de diciembre. El 48 % de los argentinos, en rechazo por las penurias económicas, optó por el retorno del kirchnerismo que gobernó durante tres mandatos consecutivos (2003-2015) y que según el presidente saliente, Mauricio Macri, dejó al país con un enorme desequilibrio económico.

Alberto, quien fuera jefe de gabinete del fallecido Néstor Kirchner, ha declarado que los tiempos que vienen no son fáciles y aunque prometió el cambio no ha dicho cómo lo realizará. Cristina, por su parte, le pidió a Macri que en los días que le restan de gobierno tome las medidas necesarias para alivianar la dramática situación, tal vez refiriéndose al desembolso pendiente de $13 000 millones del crédito otorgado por el FMI de $57 000 millones que consiguió Macri en julio del año pasado.

Los argentinos están esperanzados en que se dé un cambio favorable para la economía del país, pero quizás esa sea una preocupación secundaria para el binomio electo; por el momento, Cristina, quien acumula seis pedidos de prisión preventiva, tiene prácticamente asegurada su libertad. (O)