Es de conocimiento general que la vida abarca desafíos y sorpresas, triunfos y derrotas, que todo se logra únicamente con el esfuerzo, la dedicación y la perseverancia, porque no existe nada fácil y todo tiene un precio que lo pagamos muchas veces por nuestros errores, falta de sensibilidad y de experiencia. 

Es determinante  estimar que sin objetivos y metas claras la existencia no tiene sentido, de allí la importancia de escalar los más altos peldaños para el equilibrio y bienestar personal, familiar y también para la sociedad que requiere de ejemplos para las presentes y futuras generaciones ante el debacle y perdición que sufre la humanidad permanentemente. 

Invoco a los mayores para crear conciencia en los jóvenes de la necesidad de forjar objetivos tempranamente, así como también impartirles las  sugerencias pertinentes para ser mejores personas, expresarles con énfasis la importancia que tienen la educación, la cultura, el conocimiento de las ciencias, en especial la historia de nuestro país y los héroes de la patria; así como también la moral y cívica, relievar el valor del trabajo que realizado con honorabilidad, responsabilidad y disciplina rinden buenos frutos, también a ser veraces, íntegros y justos, a rechazar la envidia, la codicia, el cinismo, la arrogancia, la opulencia, el dinero fácil y la manipulación. 

No podemos permitir que nuestra niñez y juventud tengan pésimos modelos como acontece con ciertos políticos corruptos, que tanto los encarcelados como los prófugos han causado daño al país y quienes para tapar sus fechorías se escudan alegando ser perseguidos políticos. 

Es responsabilidad de todos prevenir y concienciar a nuestros niños y jóvenes de estos malos ejemplos.(O)

José Castillo Celi,

psicólogo y médico naturista