‘La culpa es de Correa’. Ya es coloquial el pronunciar estas cinco palabras. 

Quienes encontraron el país en las pésimas condiciones que dicen que lo encontraron, al tomar el mando estaban  obligados a enderezar el rumbo del país. Requisito sine qua non de todo gobierno, tomar el timón y buscar buen viento y buena mar. 

No haber ejecutado medidas correctas ocasionaron y agravaron el  estancamiento de la economía, mayor desocupación, mayor endeudamiento, crecimiento de la pobreza. Como aliciente  de todo los males indirectamente promocionan al expresidente. 

Esta publicidad gratuita, con el ánimo de causar daño político, lo ha beneficiado,  llevándolo a subir en las encuesta; y si por causas judiciales no puede ser candidato, tiene un acumulado de electores considerablemente mayoritario que pueden echar abajo el axioma de que los votos no son endosables y elevar en la arena política a pelear por la primera magistratura al candidato que Correa le dé su respaldo. O sea, la estrategia está resultando un tiro por la culata.

César Antonio Jijón Sánchez,

jubilado, Durán, Guayas