Desde que Ecuador adoptó la dolarización ha tenido un apreciable incremento de flujo migratorio. De los dos millones de ciudadanos de 216 países y nacionalidades que vinieron a Ecuador durante el año 2018, se quedaron en el país 175.397, lo que representa un 94% más en relación con el 2017. En mayor cantidad los inmigrantes son venezolanos, colombianos y peruanos, aunque también es notoria la cantidad de asiáticos y africanos. Las remesas se destinan a 117 países; en el primer trimestre de este año se enviaron más de 140 millones de dólares por ese concepto, un 94% más que en igual periodo del año anterior.

Con la reciente exigencia de visa a once países más, suman 23 los que comparten esa condición, a pesar de que la Constitución reconoce el derecho a migrar y establece que “no se identificará ni se considerará a ningún ser humano como ilegal por su condición migratoria”.

La migración es connatural a la historia de la humanidad y mayormente redunda en beneficio de los lugares de acogida, por el aporte cultural, de mano de obra y hasta científico de los inmigrantes; sin embargo, el incremento de delitos de índole transnacional como tráfico de migrantes, lavado de activos y tráfico de drogas, entre otros, tornan urgente una revisión de la política migratoria para un mayor control de antecedentes de los que vendrán. (O)